Aquellos que se dejan caer por aquí de vez en cuando

sábado, 30 de marzo de 2013

La calle.


La calle.

Últimamente la calle se ha convertido en uno de mis lugares preferidos para pasar el tiempo.

El aire del exterior, los ruidos del asfalto y de la mampostería resonando bajo la suela de mis zapatos, que apenas alcanzo a distinguir por debajo de la música que sale de mis auriculares, mientras me fijo en cada parque, cada edificio, cada callejón y cada esquina al tiempo que un aire viciado de ciudad y el humo de un "cigarrillo" recién liado y encendido me llenan los pulmones.

La verdad es que la calle me relaja.

Me da la oportunidad y el tiempo de pensar largo y tendido en mí, mis problemas y preocupaciones; mis alegrías y buenos recuerdos.

Y sonrío para mí.

Sonrío en una burda mueca, para nada parecida a la sonrisa que utiliza la gente en sus convenciones sociales.

Es una sonrisa de verdad, sincera, que sale sin siquiera pensar en sonreír.

Y es que son ésas, las sensaciones y emociones que se sienten sin pensar en sentirlas, las que de verdad hacen a uno darse cuenta de su propia existencia, las que te hacen sentir vivo más que cualquier otra cosa.

Y siento como si una bocanada de agua limpiara cada rincón de mi alma, cada recodo de mis pensamientos, hasta los más ocultos, aquellos que ni siquiera yo mismo llego a conocer del todo, y mucho menos a comprender.

Es entonces cuando nuestras emociones están más a flote, más a flor de piel, como se suele decir, y puede que nos encontremos a alguien que sepa reconocer esto en nosotros, que alguna vez haya sentido lo mismo que nosotros hemos sentido, y que, encontrando a un igual, se abra y comparta todo lo propio.

Pues no hay nada que demuestre más un vínculo con alguien que el hecho de que ese alguien forme parte de uno mismo.

Lo propio pasa a ser común.

Lo común, se hace propio.

Hasta entonces, yo, por mi parte, seguiré bajando a la calle.

A sentirme vivo.

RNonconformist

Decimoctava entrada, a 30 de marzo de 2013.

Fotografía: RNonconformist @ Moncloa, Madrid, España, 26/09/2012

1 comentario:

  1. Me encanta la forma en la que describes lo que sientes,Rodri.No sabía que tenías un blog hasta que hoy lo vi por twitter y estoy deseando seguir leyendo cosas tuyas.
    Un abrazo enorme y sigue así :)

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