Y llega ese momento en la vida de toda persona...

Hoy, y digo hoy, como podría decir cualquier día en la vida de una persona; cuando ves todo a tu alrededor, cuando todo lo que te rodea llega a tus ojos, cuando ese todo se acerca cada vez más, y más, y más; cuando sientes que ese todo te tiene atrapado, cuando sientes que ese todo te agobia cada vez más, y más, y más; cuando ves que los colores que conforman ese todo se tornan oscuros, cuando ves que van dejando paso al negro cada vez más, y más, y más...

Sientes que cada vez tienes menos. Sientes que cada vez, cada hora que pasa, cada minuto, cada segundo, cada momento... cada instante, pierdes una pequeña parte de lo que tienes, de lo que posees, de ti mismo...

Pero no sólo de ti, sino también de lo que has dado, de lo que un día diste, de lo que has querido dar, y que no tuviste valor para soltar...

Todo eso se pierde en el tiempo, en la memoria, en el viento...

Y aunque has intentado guardar todo aquello que aprecias, que quieres, que amas... Sientes que no puedes hacer nada para retenerlo una hora, un minuto, un segundo, un momento... un instante más...

¡Necio de mí, que creí tenerlo todo, cuando nada había en mi mano!

¡Necio de mí, que creí ser amado, cuando ningún sentimiento, sin hablar de la indiferencia, afloraba en los corazones de los amados, de los queridos!... De los cercanos...

Ahora sé, que en nadie excepto en mí mismo he de confiar; ahora sé, que sólo las cosas que veo son verdad...

Y llega ese momento en la vida de toda persona, en el que ha de andar, aún sin rumbo, pero siempre hacia delante, y, sobre todo, sin mirar atrás...

Y llega ese momento en la vida de toda persona, en el que ha de decidir qué hacer, qué decir, cómo actuar, y qué camino andar, siempre hacia delante, y, sobre todo, sin mirar atrás...

RodNonconformist

Segunda entrada, a 7 de julio de 2010