¿En qué momento decidí que ésa no era ya mi ruta?
¿En qué momento escogí el recorrido que hago hoy?
Salí de una autopista lisa, recta y bien señalizada para entraren un terranal, lleno de hoyos, piedras, baches, y en el que, en algunos instantes, es difícil saber cuáles son los bordes.
Debería haber continuado por aquella carretera, sabiendo exactamente dónde voy, cuánto llevo de viaje y cuánto queda.
Pero supongo que me gusta la aventura.
Quería saber dónde llevaba aquel tortuoso caminillo, por el que seguro llegaría más cansado y a duras penas que por la bien asfaltada autopista.
Una vez oí aquellos versos de Machado:
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Creo que simplemente andaré, creando mi propio camino, con cuidado de no tropezar, y, en caso de hacerlo, encontrar rápidamente un punto de apoyo para levantarme y seguir caminando, guiado por el instinto, y por los que caminan detrás, delante y a mis costados, creando sus propios caminos.
Y probablemente un día me encontraré de frente el final de mi camino, y prestaré mi ayuda a aquellos que todavía recorren sus trayectos; extenderé mi brazo, ofreciendo mi mano, a aquellos que necesiten cogerla, a aquellos que necesiten apoyarse en mí para recuperarse de un tropiezo en sus caminos, para aquellos que necesiten volver a caminar para seguir sus caminos y puedan llegar al final de ellos.
Pero no encuentro respuesta a la incógnita de cuándo cambié de rumbo.
RodNonconformist
Novena entrada, a 23 de noviembre de 2010
Fotografía: RodNonconformist 26/09/2010 en Gamle Bybro, Trondheim, Sør-Trøndelag, Norge
Creo que cambiamos de rumbo cada día, cada decisión, por mínima que sea, tiene mas de una alternativa y cada camino que tomamos, cambia todo el resto, es como la habitación con dos puertas, o la píldora azul o roja, a partir de allí, todo cambia...
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